El puerto de la Savina sería el primer núcleo urbano a tener en cuenta, ya que es el único acceso que tiene el turista a la isla, y por lo tanto, es de vital importancia. Si algo caracteriza a la Savina es el continuo tránsito de embarcaciones: barcos que traen y se llevan turistas y formenterenses , pequeñas y grandes embarcaciones de pesca, y en verano un increíble número de embarcaciones de recreo capitaneadas por gente que deciden pasar sus vacaciones estivales en el mar, recorriendo las costas mediterráneas.
A tres kilómetros del puerto encontramos San Francesc Xavier, éste, sería el núcleo urbano más importante, considerado como la capital de la isla, ya que en su plaza se ubica el Ayuntamiento. Justo en frente de él, se encuentra la iglesia del pueblo, iglesia, que en el siglo XVIII se utilizaba como fortaleza contra los bárbaros, y que con el tiempo, se ha convertido en refugio para los parroquiales del pueblo.
En la plaza del Ayuntamiento es donde se celebran las fiestas y acontecimientos más importantes, que suelen congregar a residentes y turistas por igual, en un ambiente festivo, tranquilo y sobre todo acogedor.
Siguiendo en la misma carretera que sale del puerto y después de pasar por Sant Francesc, el siguiente pueblo a visitar es Sant Ferran, sitio de paso obligado para ir a La Mola ó Es Pujols, y que ofrece gran variedad de bares y restaurantes a los que se puede ir a comer o simplemente a tomar una copa y observar tranquilamente el paso de la gente que visita el pueblo.
El pueblo ofrece gran variedad de bares y restaurantes a los que se puede ir a comer o simplemente a tomar una copa.
El último núcleo urbano y seguramente el que más dirigido al turismo está; Es Pujols. Se llega desde la salida del puerto o bien a través de Sant Ferran.
Ofrece restaurantes, bares, pubs y discotecas hacen de este lugar el paraíso del turista. Por la noche reina el ambiente festivo, sobre todo en los pubs y en el paseo marítimo, donde el mercadillo hippie atrae a la gente, y el ambiente festivo, se mezcla con el aroma del mar.
Sin salir de la carretera principal, la siguiente parada después de San Ferran es La Mola, el pueblo más alejado, ya que se sitúa en el punto más alto de la isla, a unos 15 kilómetros de Sant Ferran. Su mayor atractivo es el mercado hippie que se abre dos veces a la semana (miércoles y domingo). Otro de los atractivos de este pequeño pueblo es el faro de la Mola.
Pequeño rincón de pescadores, donde se saborea el mar en un entorno marinero. La playa es pequeña y a la derecha se observan los acantilados de La Mola.
Recomendamos la visita del entorno y los restaurantes de la zona.